Una pradera verde,
el cantarileo de un río,
desgajándose entre piedras,
un rincón florido
y lejos...
un labrador que siembra.
Elige tu color preferido,
la luz exacta para tus ojos,
el viento huracanado y frío
o la brisa estival, tibia.
Agrega tu traje...
Y convoca a tus sentidos
para conciliar perfecto
con toda ilusión.
Busca a tu corazón,
entíbialo en tus manos.
Háblale de emoción
y de dolores humanos.
Verás que en un instante
te inventará el AMOR.
Él es todo crisol
se deleita con las luces.
Es puño cerrado si sufres,
para contener tu dolor.
Es mano abierta si ríes,
para contagiar humor.
Es Diástole y Sístole.
Se contrae ante el Creador.
Se dilata ante el hermano
que suscita compasión.
En base a esto prepárate,
¡nos llega el Salvador!
EL MERECE todo, ¿pensaste?
entrégale el corazón.-
