¡BLESS YOU!
¡Hola mis grandes amigos!
Hace tiempo que no escribo en el blog. A veces la vida nos presenta prioridades extremas y no podemos evadirlas.
Otras veces, el amor se estira como elástico, pero la medida es justa para abarcar solamente a los de la propia familia.
Entonces una se decide a darles todo, como merecen por derecho natural, sublime, exclusivo.
Dios ha llamado a su lado, a uno de mis adorados hijos, Diego Ariel, 40 años.
Un ser dulce, mimoso, fuerte, que ha dejado una estela de amor y luz por doquiera ha transitado.
Suficiente razón para que disculpen mi ausencia.
Mi alma está en PAZ. Dios también ha permitido que yo esté a su lado, con La Palabra y él la asumió con una entereza y entrega excepcional. El Espíritu lo ha desbordado, por GRACIA DIVINA.
Q:E:P:D.
¡AMËN!
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