¡FELIZ RESURRECCIÓN A LA VIDA DE LA GRACIA!

¡JESÚS, LA TIERRA SUFRE…!

El mundo transcurre caminos dramáticos.
Todo se vuelve pesado.
Hay anuncio de tormenta. Hay borrasca cercana.
Hay diálogo negado, odio reprimido, rencor en puerta.
                                                     Rispideces del alma.


¡JESÚS, AMOR DE LOS AMORES!
Quita los escollos del camino.
Suaviza los incordios, envía al Espíritu
en brisas de caridad y raciocinio,
de talento y fortaleza
y así impacte en la motivación santa, con victoria de cambio
y esplendor de equidad
que abrace el universo todo.
Que cada amanecer sea, como antes…
Un stellium de prodigios en el delicado balanceo de la siembra dorada
en espera de ciclo culminante.
Que retorne la espiga lozana, el lino del cielo,
la alegría de la siembra, la mies y la cosecha
Que nos sorprenda el resorte de la fertilidad,
la brisa alentadora,
la lluvia provechosa
vertiente de sorpresas.
La dicha del justo recupero,
Confianza en el camino, esencia de progreso,
¡plenitud de ascenso!
¡Y estemos todos unidos!
Mirando a nuestros niños, palomas caminantes
colmando las escuelas, jugando en los recreos,
remontando barriletes…felices.
Que sean nuestros jóvenes
“Jesuses” en las calles, vertiendo La Palabra
entre la música cálida.
Que sientan los abuelos su esfuerzo bien pagado.
Que tengan asistencia, que sean bien amados.
El país ayuna, Señor, no sólo de pan y leche.
¡sino de TÏ!
de libertad y aliento, de dignidad y amor.
¡Baja, HERMANO, te necesitamos!
En sabia seducción, equilibra al necio,
calma al agresor, despierta al indiferente,
RECUPÉRANOS,
danos la llave mágica de la alegría y la FE,
para que en ardiente pasión
ni aparente, mentida o disimulada,
seamos capaces de CAMINAR EN EL AMOR.
Y en selectivo criterio universal
sembremos la confianza, recuperemos fuerzas .
Y podamos abrir las alas en vuelo.
Para gritar la necesidad del amor comunitario.
Para liberar las ataduras, el descontrol,
los vicios, el materialismo.
El pecado todo que cubre con manto gris
el orbe que creaste.
Fertiliza, Señor, nuestro esfuerzo y muéstranos en la fe,
la GRACIA Y TU PRESENCIA.
¡Comenzaremos la siembra! ¡AYÚDANOS!
Que podamos llevar TU PALABRA
por las álgidas cumbres, los anchos mares,
por el llano verde y las frías nieves…
Encontraremos muchas almas dispuestas, lo sabemos.
Y con ellas abriremos puertas de injustas prisiones.
Convenceremos al César de TU inocencia impoluta.
Te pediremos una y mil veces PERDÓN, JESÚS,
Defenderemos tu reino a cada paso.
Seremos memoria y justicia, voz y alabanza.
Para que el Evangelio resonante invada cada rincón del mundo.
Y todos juntos, creyentes y no creyentes encaucemos soluciones para el bien común.



De mi parte, Amado Señor, prometo en este Calvario,
abrazar tu quebranto desde mi humilde lugar.

Ser incondicional apóstol entre la gente,

desafiando la terca realidad.

Con ternura limaré las espinas de tu corona.
No sentirás dolor ¡ AMOR MÍO!
Porque tendrás mi ternura para calmarte.
Abrazaré mi cruz,
caminaré fortalecida a tu lado.
Te mostraré mi calma en el dolor.
Porque sé que, con ella, reparo el peso
del pecado del mundo que te fatiga.
Haré sonar trompetas y violines
para que no escuches improperios y burlas.
Gritaré mi FE en TI, para que todos te reconozcan y respeten.
Seda, pondré en tus sandalias, con besos aliviaré tus pies.
Calmaré tus ampollas con aceites perfumados,
para que camines tu calvario sobre terciopelo,
porque así alfombraré las piedras y la tierra.
Acercaré la portentosa y dulce mirada de TU MADRE QUERIDA,
NUESTRA MADRECITA,
para alentarte en cada caída.
Blindaré tus manos y tus pies
para que los clavos de la indiferencia humana,
reboten en el aire
y se duerman para siempre los martillos del mundo.
Oraré constante para calmar a LA DOLOROSA,
le susurraré ternuras para fortalecerla.
Invitaré al silencio, al ayuno, a la penitencia y a la caridad
para armonizar la sintonía con TU PADRE.
También a formar un hábitat en tu entorno
Para que nadie ni nada roce tu cuerpo, tu alma
ni te llegue a las entrañas
ni vulnere tu bendito corazón.
Coagularé TU SANGRE EN EL SAGRARIO, para que nadie se goce por ella.
Y todos nos convirtamos al ADORARTE..
Quitaré toda piedra que cierre TU SEPULCRO
Para que se divise LA LUZ desde cada continente y nos bendiga.
Y puedas levantarte glorioso, incólume.
Y serás EL REY DE TODOS ¡ MI REY!



¡CANTAREMOS EXULTANTES TU RESURRECCIÓN Y LA DEL MUNDO, JESÚS, PORQUE ELLA SE HARÁ CARNE EN NUESTRA CARNE Y EN NUESTRAS ALMAS, PARA GLORIA DE TU NOMBRE Y BIEN DEL UNIVERSO!



AMÉN, AMÉN, AMÉN.