Cuando el corazón es lágrima
y la letra acaricia tus labios...
y quiere hacerse PRESENCIA;
cuando la música fluye
como manantial y "cae" justa
para lo que la palabra implora,
es que la vida se hizo canción sublime
y sugiere catarsis
en cada ajeno corazón.
Se silencia el mundo
para escucharte
y el láser en los surcos
cuenta la impronta de tu alma y besa a otras almas,
que palpitan tu sentir.
¡Dulce ceremonial del idioma más simple!
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