AL PADRE JOSE CESCHI
¡Es maravilloso, Señor,
seguir la huella salvífica de TU apóstol!
¡Imperturbable!
Él abre senderos refrescantes
al alma sedienta de TI.
Monólogos concisos y fecundos
de un guardián siempre dispuesto
a cerrar heridas,
distender el agobio.
Él nos invita a recorrer la vida
y a no estancarnos en agonías,
sino redimirnos con TU Palabra,
que él eleva, enaltece, adapta
a todo el universo sensible.
Aliciente que moviliza, proyecta y sublima.
Es gratuita dádiva de Humanidad
prendida a TI y a MARIA,
que en cada amanecer predispone a lo divino.
¡Señor, TU lo enviaste y lo habitas!
¡Con él nos fortaleces y alegras
¡GRACIAS! ¡BENDICELO!
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